El PSG se ha lanzado a por Ousmane Dembélé, aunque el Barça confía en poder retenerle. En el club blaugrana andaban ya muy preocupados con este tema desde el mes de junio y Deco, el nuevo director deportivo, ya advirtió que era absolutamente prioritario renovarle para evitar tentaciones por su baja cláusula de rescisión. Ahora tocará sufrir hasta el 31 de julio.
Con la llegada de Deco se priorizó absolutamente atar la continuidad del francés. De hecho se forzó una reunión a principios de julio para que quedara claro el escenario y el agente de Dembélé se comprometió entonces a no ejecutar la cláusula de salida de 50 millones de euros y a seguir avanzando en la renovación. Deco no pudo asistir al encuentro porque se encontraba en Turquía negociando el fichaje de Arda Guler, que acabó firmando por el Madrid.
Tras esa cumbre, el Barça ha ido apretando con ofertas de renovación pero no se ha podido encontrar la fórmula que permita el acuerdo económico y ahora todo está en manos del futbolista. Es cierto que el PSG ha contactado con ellos y Dembélé deberá tomar una decisión. Deportivamente y personalmente tiene claro que desea quedarse, económicamente es otro asunto.
Y es que si Dembélé ejercita la cláusula, tanto él como su agente se embolsarían 25 millones de euros más un contrato de cinco temporadas a unas cifras a las que el Barça nunca podrá llegar. El dilema es importante, aunque en el Barça confían en la palabra dada por el futbolista y creen que es y será más felizen Barcelona.
Para el Barça una salida de Dembélé sería muy dura y acarrearía consecuencias.El equipo se quedaría sin su jugador más diferencial y habría que ir al mercado con pocos recursos económicos. El club tiene alternativas, pero no ha ido más alla confiando ciegamente en la continuidad del francés. Es evidente también que si saliera Dembélé, ninguno de los delanteros en plantilla se marcharía como mínimo hasta enero.
