Una ganadería de paso firme frente a las nuevas exigencias globales

La Exposición Rural de Palermo es una caja de resoncia sobre los temas en agenda del mundo de hoy. “El planeta está sufriendo el calentamiento global y hay mucho debate sobre las causas y consecuencias de ello, aunque el rol de los gases de efecto invernadero es protagónico. En ese escenario, el sector agropecuario tiene un enorme desafío: modificar la percepción errónea de gran parte de la opinión pública que entiende que el fenómeno es causado básicamente por el metano producido por la fermentación entérica de los rumiantes”, afirmó Horacio Larrea, gerente de la división Latinoamérica de Semex, al iniciar una charla sobre “Tecnologías de selección genética al servicio del medio ambiente”. La jornada fue organizada por el Foro Argentino de Genética Bovina, en Palermo.

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“Hay que tomar una actitud proactiva y generar respuestas, en el entendimiento que todos estamos en el mismo planeta y queremos que siga siendo habitable”, planteó a continuación.

En la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas, 77 países se comprometieron a alcanzar la meta de carbono cero para 2050. “Es un desafío importante, que se desarrolla simultáneamente con otro también trascendente, asociado a que la demanda mundial de alimentos va a crecer 50% para esa fecha”, apuntó Larrea, para preguntarse luego cómo se pueden compatibilizar ambas necesidades.

La respuesta fue contundente: el mundo ha logrado aumentar la eficiencia de producción ganadera gracias a distintas herramientas, entre las cuales sobresale la selección genética. Así, contó que “Estados Unidos incrementó 60% la producción de leche en los últimos años y, sin embargo redujo el stock de 25 a 9 millones de cabezas. Por lo tanto, el impacto de emisión de metano por litro de leche disminuyó”, disparó.

En producción de carne ocurrió algo similar: en 1970 había 140 millones de cabezas en el país del norte y en 2023 se derrumbó a 90, pero se mantuvo la producción de carne. Estos comportamientos demuestran que el incremento de gases en la atmósfera y el calentamiento global creciente no son consecuencia de emisión de metano por los rumiantes sino principalmente de la extracción del petróleo durante los últimos 70 años, con el propósito de generar energía. Esta extracción y el uso posterior produce, como efecto no deseado, gran generación de dióxido de carbono, uno de los gases de mayor efecto sobre el calentamiento global.

Los productores ganaderos deben ser conscientes de que hay que modificar la mala imagen que tienen ante la opinión pública y ver qué pueden aportar en el marco de una producción ganadera sustentable. En ese sentido Larrea dijo que, en Estados Unidos, los productores lecheros alcanzan mayor eficiencia y productividad que hace 50 años trabajando simultáneamente con tres herramientas para reducir la producción de metano.

●Correcto manejo de efluentes. En la Argentina es un tema que tiene mucho para avanzar, si se considera que en el hemisferio norte hay grandes restricciones en el manejo de purines, que exigen importantes inversiones a los productores.

●Estrategias de alimentación. La producción de metano se puede reducir con aditivos en la ración de rumiantes.

●Animales más eficientes, que producen más leche por kilo de materia seca consumida. Así reducen la cantidad de metano producido por litro de leche.

Animales más productivos permiten disminuir la población conservando solo los mejores en conversión de alimento en carne. También seleccionaron por animales más sanos y con menor tasa de mortalidad para producir más leche con menos vacas.

“La novedad de las últimos tiempos en Estados Unidos y Europa es que hay una herramienta que identifica las vacas que emiten menos metano entérico”, dijo Larrea.

“La emisión de metano es por efecto de la rumia, principalmente a través de los eructos. Con un equipo se midió cuanto metano emitía cada animal en relación una población de referencia”, explicó.

La medición se realiza con el GreenFeed, una caja cerrada con medidores en la que las vacas introducen la cabeza de manera individual. Con esta herramienta, a partir de abril de 2023 se puede conocer el patrón genético de emisiones de metano de un animal, un carácter que tiene una heredabilidad media-alta, con una confiabilidad superior al 70%.

Larrea aclaró que los datos recopilados hasta ahora con los marcadores genéticos para emisión de metano no tienen una correlación negativa con la producción. Sí muestran una relación positiva con el contenido de grasa de la leche.

Entonces,” el bajo potencial de producción de metano es un nuevo rasgo para seleccionar vacunos, algo que se está difundiendo sobre todo en los países más desarrollados”, destacó el orador. Por ejemplo, Holanda debe reducir el 50% de su población animal (vacunos, porcinos, etc.) en 2026. En ese país, los criadores vacunos podrían eliminar del rodeo los animales con mayor producción de metano.

“Lo contamos mal”

En la misma línea de ideas, Andrés Costamagna, director de la Sociedad Rural Argentina, analizó “El Impacto de la genética en la sustentabilidad” en la reunión del Foro.

“La sustentabilidad es producir más con menos y satisfacer las necesidades de las generaciones en un marco de rentabilidad, cuidado del ambiente y con equidad social”, definió inicialmente.

En ese escenario, la genética tiene un rol protagónico, al ser un pilar de la mejora continua y producir, por ejemplo, más carne con menos animales. “El stock ganadero en el mundo va cayendo y la producción de carne aumentó porque se producen más kilos por animal, pero no salimos a contar bien esa historia”, insistió.

Entonces, hay que elegir bien los animales con la genética y seguir produciendo con menos recursos, por ejemplo con menos lluvias anuales. “Una de las claves de la selección en ese sentido será achicar los gastos de mantenimiento corporal. Es decir, que los animales dediquen menos energía a eso y la orienten hacia la producción de leche o carne”, desafió.

“La selección genética es la herramienta estructural para disminuir las emisiones de metano a la atmósfera y la ganadería es el único sector que las está reduciendo por esta vía, a diferencia de la industria o de la aviación, que no aminoran sus emisiones. Nuestro desafío es medir y comunicar lo que estamos haciendo”, recomendó el especialista.

En la reunión también hablaron el cabañero Alejandro Aznar, quien describió los procedimientos para hacer una selección eficiente de los rodeos, y Mariano Etcheverry, que evaluó la situación de los mercados de genética bovina.

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