Viajaba de Nueva York a Atenas, bebió de más en el avión y convirtió el vuelo en una pesadilla

Un pasajero causó importantes disturbios en un vuelo que iba desde Nueva York a Atenas, Grecia, luego de que la tripulación le diera más de una decena de bebidas alcohólicas. De acuerdo con una demanda presentada ante el Tribunal Federal de Brooklyn, el sujeto agredió sexualmente a una mujer y a su hija menor de edad, que viajaban en la misma aeronave. En el documento se especifica también que el personal defendió al agresor y no resguardó a las víctimas en ningún momento.

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El individuo, de identidad desconocida hasta ahora, bebió al menos diez tragos de vodka y uno de vino tinto, todos brindados por los auxiliares de vuelo desde que embarcaron en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. El traslado, realizado el pasado 26 de julio, duró casi nueve horas y las agresiones del implicado hacia las dos mujeres que estaban cerca de él aumentaron a medida que bebía más alcohol, según información de la querella obtenida por The New York Times.

Comenzó gritándole a una adolescente de 16 años que le diera su dirección y otros datos personales, al mismo tiempo que le ponía las manos en la espalda y le hacía gestos obscenos. La mamá de la chica trató de defenderla, pero el hombre le dijo que “no le importaba” que fuera menor de edad. La mujer se quejó enseguida de los ataques en contra de su hija, pero una azafata le dijo que tuviera paciencia. En la denuncia se apuntó que, aun con los reclamos, la tripulación de cabina le sirvió más vodka al acusado, a pesar de que estaba notablemente borracho.

El sujeto les dio un respiro cuando se dirigió al baño a vomitar, expusieron, pero al regresar rápidamente tenía una copa de vino en la mano. Enseguida, las dos afectadas le exigieron al personal que dejara de darle bebidas alcohólicas al sujeto y nadie atendió sus súplica. Las “ignoraron de forma descarada”, según el documento judicial.

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Posteriormente, una azafata le pidió al acusado que “dejara de hablar” con las víctimas, en lugar de cambiarlo de asiento, lo cual provocó un arranque de ira del pasajero: las insultó a los gritos. La adolescente tuvo un ataque de nervios y reposó la cabeza en el regazo de su madre, pero fue ahí cuando el hombre cometió la mayor agresión.

De un momento a otro, la chica sintió “los dedos húmedos del pasajero alcoholizado debajo de su camisa, subiendo por su espalda”, le tocó su ropa interior y movió su mano por todo su cuerpo, se indicó en la demanda. Ella, en consecuencia, saltó de su asiento y rompió en llanto, pero el agresor, en lugar de retirarse, se estiró para tocar la pierna de la madre. Esta última exigió a una tripulante de cabina que llamara a la policía, pero ella le respondió que “se calmara”. Al final, las dos afectadas optaron por cambiarse de asiento por el resto del trayecto.

No quedó detenido

Cuando el avión aterrizó en Atenas, los empleados de la aerolínea dejaron que el individuo bajara tranquilamente sin notificar a la policía de la presunta agresión sexual. Solo les ofrecieron a la mujer y la niña 5000 millas aéreas como indemnización y disculpa. Ellas, sin embargo, tomaron acciones penales contra todos los involucrados. “Lo que les sucedió durante el vuelo no fue solo una pesadilla, fue completamente prevenible”, aseguró el abogado de la familia, Evan Brustein, al medio citado.

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