La elección del punto de vista es crucial a la hora de realizar fotografías de edificios y rascacielos. No es lo mismo tomar la imagen desde la base del edificio que irse a varios kilómetros para elegir el lugar donde colocaremos la cámara.
Cuando se recorre una ciudad para fotografiar su arquitectura, se pueden escoger diferentes localizaciones para la toma de imágenes, que darán un resultado totalmente diferente del edificio fotografiado.
perspectivas que marcan la diferencia
Si el fotógrafo se coloca justo debajo del rascacielos y realiza la toma mirando hacia arriba, resaltará la altura y majestuosidad del edificio. Se resaltará también a los demás edificios que le rodean, y la fotografía hará verse al fotógrafo y al espectador extremadamente pequeños delante las dimensiones de la construcción.
Por el contrario, cuando el fotógrafo coge perspectiva y se aleja, la sensación capturada será completamente diferente. Se captarán las características más significativas y descriptivas del rascacielos, además de una visión general del lugar donde se encuentra la construcción.
Esta perspectiva se utiliza cuando se quiere fotografiar el skyline de una ciudad. Se trata de la imagen única y representativa de una metrópoli en concreto, a través de la línea que dibujan sus edificios más importantes y característicos. Siempre será una buena idea tomar la fotografía del skyline de una ciudad para hablar de esta, capturando su esencia arquitectónica en una imagen.
¿cuál es el equipo más recomendado para la fotografía de edificios?
Para realizar fotografías a rascacielos, lo ideal sería una cámara de formato completo (full frame), con el fin de obtener la máxima calidad posible. Junto a un objetivo gran angular, un trípode estable y una rótula consistente que aguante el peso del equipo, será la base del material necesario.
Para los más experimentados, una lente descentrable dará como resultado un importante ahorro de tiempo de post-producción, así como en la toma in situ de la imagen. Esta lente permite controlar la perspectiva gracias a su montura descentrable, solucionando principalmente la convergencia de las verticales de las fotografías en arquitectura.
Como norma general, se podrán utilizar diafragmas cerrados, f8 o f11, por ejemplo, para obtener una buena profundidad de campo. Además, si el fotógrafo lleva trípode, la velocidad no será una preocupación, ya que la imagen no saldrá trepidada. Es más, si la velocidad es más lenta de 1/30 obtendremos unos atractivos resultados en las imágenes, como por ejemplo, cielos con las nubes en movimiento, halos de personas o la dirección de las luces de los coches.
condiciones que dan un valor añadido a la imagen
Las personas en la imagen siempre serán un atractivo para este tipo de fotografía, ya que además de ser un elemento compositivo más, aportarán escala al edificio. Si, por el contrario, hay un exceso de gente en el lugar donde se va a realizar la toma, una buena opción será madrugar para evitar las aglomeraciones o utilizar un filtro para obtener un mayor tiempo de obturación.
La hora del día y las condiciones climatológicas serán dos factores que marcarán el resultado final de la imagen. Siempre la primera y la última hora del día serán las mejores para plasmar los volúmenes y las líneas de los edificios de la manera más fiel y estética posible. Si el día está nublado o lluvioso, se podrá aprovechar la totalidad del día fotografiando, ya que la luz será difusa y no se crearán sombras y volúmenes indeseados o equivocados visualmente, que sí se podrían dar en días muy soleados.
TRUCOS
El punto de vista para realizar la fotografía será crucial.Llevar siempre un trípode y rótula robustos.Elegir las primeras y últimas horas del día para fotografiar.Las velocidades lentas de obturación del diafragma darán resultados sorprendentes a las imágenes.