Con la llegada del verano y las altas temperaturas hay pocos planes mejor que acudir a las playas. Tengas vacaciones o no, escaparse un rato a la playa es una actividad común para los españoles, sobre todo con las grandes zonas de costa que tenemos en nuestro país. Muchos ciudadanos optan por comer allí mismo y traer la comidad de casa, algo muy común en los hogares de España.
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Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con las altas temperaturas, que pueden afectar negativamente a la comida que llevemos a la playa. El calor puede afectar al desarrollo de microorganismos, como la salmonella.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha querido alertar al respecto. “Las altas condciones climáticas favorecen el desarrollo de microorganismos”. El huevo puede desarrollar salmonella y es uno de los principales productos que no hay que llevar a la playa junto con sus derivados, como tortilla o cualquier plato con mayonesa.
Otro de los alimentos que no hay que llevar a la playa son los pescados crudos o los lácteos, que deben conservarse en frío a buena temperatura. El pollo también puede sufrir de salmonella o listeria por culpa del calor. Tampoco verduras como las espinacas, la lechuga, la pasta o el arroz. De hecho, cuanto más tiempo permanezcan estos alimentos a temperatura ambiente, más probable es que las toxinas proliferen en ellos.
