Semillas

En las últimas escenas de La gran apuesta, la película de Adam McKay que abordó la crisis financiera de 2008, nos enteramos que Ben Rickert, el personaje interpretado por Brad Pitt, va a invertir “en semillas”. Rickert está retirado; fue banquero, el mejor entre los suyos –intuimos que también el más feroz–, pero, harto del mundo de las finanzas, se aisló de la civilización de manera casi radical. Solo regresa ante el pedido de ayuda dos jóvenes financistas en el preludio del crack de 2008; los asiste, los rescata y vuelve a su vida de ermitaño, no sin antes deslizar –un gurú– el temita de las semillas. En la foto, unos granos de maíz lucen en la mano de un granjero mexicano. La creciente demanda de productos orgánicos puso a los pequeño cultivos de ese país en el centro de un circuito cada vez más intenso; el alimento, pura necesidad, también puede convertirse en ansiado bien de lujo.

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