Un hombre de 38 años, que ejercía como árbitro en un encuentro de fútbol amateur, fue herido hoy de un balazo de por un jugador en medio de una discusión que se originó durante el partido que se jugaba en un predio de la ciudad de Córdoba, informaron fuentes policiales.
Los voceros detallaron que el herido se encuentra internado y estable, en tanto que el agresor está prófugo.
El hecho ocurrió en la madrugada, cuando un grupo de personas compartía un encuentro de fútbol en el complejo deportivo “Fútbol City”, ubicado en las avenidas de Circunvalación y Vélez Sarsfield, del barrio Huertillas, de la capital provincial. Sergio Pringles oficiaba de árbitro y, a partir de un fallo tomó como juez del encuentro, se generó una fuerte discusión con un jugador de uno de los equipos.
Según el sumario preliminar, el jugador no habría estado conforme con la respuesta del referí, se fue hasta el lugar donde tenía sus pertenencias, tomó un arma de fuego y le disparó un balazo en la zona abdominal, tras lo cual escapó.
El herido fue asistido en el lugar por un servicio de emergencias y luego trasladado hasta el Hospital de Urgencias, pero debido a que ese centro de salud no contaba con camas disponibles tuvieron que llevarlo hasta el Hospital San Roque, donde quedó internado. Desde ese hospital público informaron que Pringles fue asistido y se determinó que tiene un orificio de bala sin salida en la zona lumbar izquierda, aunque se encuentra “estable y en observación”.
Voceros policiales manifestaron que el agresor se encuentra identificado y que era buscado en el barrio Santa Rosa, donde tendría su domicilio. Durante ese operativo, los efectivos y el móvil policial fueron agredidos a pedradas por los vecinos. El agresor continúa prófugo.
El mes pasado se había registrado una brutal agresión durante un partido de fútbol de un torneo amateur, en la localidad bonaerense de Sarandí. Insatisfecho con una decisión del árbitro, un jugador le pegó una trompada y luego una patada en la cabeza al juez del encuentro. Todo quedó capturado por las cámaras de testigos, que difundieron el video de la golpiza.
El árbitro se recuperó de las lesiones, pero la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de Avellaneda instruyó actuaciones por “homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo”. El agresor, identificado como Williams Alexander Tapón, de 24 años, se suicidó con un disparo en la cabeza al enterarse que se había ordenado su arresto.