Entre todas las variedades de limoneros que se cultivan en Argentina, el más popular es el que produce flores y frutos casi continuamente, coloquialmente llamado de las cuatro estaciones, y dentro de esta familia, una variedad muy popular es la ‘Génova’.
El limonero de las cuatro estaciones (Citrus x limon) es un pequeño árbol que no pierde las hojas. Las flores carnosas tienen un tinte rojizo antes de abrir y si se miran a trasluz se ven puntitos más transparentes: pequeñas cavidades donde se originan los famosos aceites esenciales del limón.
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4 claves para cultivar tu limonero
Debido a su sensibilidad a las heladas, hay que plantarlos en lugares protegidos o con condiciones climáticas favorables. La malla antiheladas es una solución que nos permite cultivarlo en zonas más frías o con heladas recurrentes, sobre todo los primeros años.El limonero requiere suelos profundos y ricos en materia orgánica. No tolera las aguas duras, con exceso de sales. Mantener el pie libre de malezas, con un mulch de paja seca en la proyección de la copa, será una solución sencilla.Abonar con compost o humus de lombriz regularmente asegura un crecimiento sano y la producción de limones de alta calidad. A partir de la primera, cuando aumentan sus requerimientos de nutrientes, se aconseja abonar cada 4 semanas.
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Es necesario realizar raleo y podas de limpieza y acortamiento para mantener una forma equilibrada y con buena circulación de aire. Ésta será una medida preventiva importante, ya que con la copa muy cerrada aumenta el ataque de cochinillas y consecuentemente de fumagina. Si aparecen “chupones” (brotes), sería conveniente que los cortáramos.
