Llegó la hora de la verdad. El reto más complicado para la Roja en los últimos años. La oportunidad de seguir escribiendo la historia y que esta no acabe aquí. Los cuartos de final de un Mundial. España contra Países Bajos. Un duelo que podría haber sido la final si el destino no hubiese cruzado en el camino a ambos combinados. Una selección que busca dar el golpe definitivo sobre la mesa contra otra que es la vigente subcampeona del mundo. Un partido que, sobre todo, promete espectáculo.
Mucho ha llovido desde que Países Bajos se hizo con la plata en el último Mundial, en 2019. Llegaba a la cita, entonces, siendo campeona de Europa en 2017 y con una Lieke Martens que prometía ser la próxima estrella referente del panorama internacional. Se quedó a un paso de repetir oro (cayó derrotada por 2-0 en la final contra Estados Unidos), esa vez a nivel global, y se llevó la plata. Una plata con mucho valor y que fue el orgullo de todo un país entero. En los Juegos Olímpicos de Tokio -disputados en 2021 por el covid-, el combinado neerlandés llegó hasta los cuartos de final, donde cayó derrotado en la tanda de penaltis contra Estados Unidos, de nuevo. Fue entonces cuando Sarina Wiegman -seleccionadora entre 2017 y 2021- decidió cambiar de aires y su país por Inglaterra, con quien consiguió la Eurocopa el pasado verano.
CALMA TRAS LA TORMENTA
Tras la marcha de Wiegman, Países Bajos dejó de ser reconocible y entró en una etapa más gris con una crisis interna. Comportó, esta crisis, un cambio de seleccionador. Mark Parsons -el sucesor de Sarina– dimitió tras la mala imagen que dejó la ‘Oranje’ en la pasada Eurocopa, en la que llegó hasta cuartos de final. Su lugar lo ocupó Andries Jonker, que, poco a poco, ha ido recuperando la mejor versión de su equipo, que cuenta con caras conocidas y veteranas a la vez que con jóvenes promesas.
Arrancaron el Mundial con más dudas que certezas y fueron de menos a más para lograr la primera plaza del grupo, con dos victorias -contra Portugal, 1-0, y contra Vietnam, 0-7- y un empate con Estados Unidos (1-1). En octavos se enfrentaron a Sudáfrica, que fue la gran sorpresa del grupo G, y vencieron por 2-0, con tantos de Jill Roord y Lineth Beerensteyn. Un duelo que pudo haber sido mucho más ajustado si no fuese por la guardameta Daphne van Domselaar, elegida ‘MVP’, que salvó a su equipo de lo que hubiese sido considerado un fracaso.
TRIPLE AMENAZA
A Países Bajos le costó progresar y construir el juego y la defensa, quizás su punto más débil, se dejó ganar fácilmente las espaldas. Suerte tuvieron, también, que Jill Roord está de dulce y está siendo una de las grandes protagonistas del Mundial. La nueva jugadora del Manchester City es la segunda máxima goleadora del torneo junto a Popp y Diani, con cuatro tantos y solo uno por detrás de la japonesa Hinata Miyazawa, una de las principales armas para Jonker.
También cuenta, el seleccionador neerlandés, con la veteranía y la calidad diferencial de Lieke Martens, que se está reencontrando con su mejor versión tras un año difícil en el PSG, y con la velocidad y el desborde de la joven Esmee Brugts (2003), una de las grandes promesas del fútbol femenino internacional.
España llega a la cita con buenas sensaciones tras la goleada ante Suiza pero con el máximo respeto al rival. Para ganar, tendrá que reforzar el centro del campo -Países Bajos juega con rombo- y, sobre todo, poner en práctica el trabajo de estos días en torno a la efectividad.