El candidato a presidente Fernando Villavicencio Valencia, de 59 años, fue asesinado este miércoles en un ataque perpetrado por sicarios, según trascendió hasta el momento, cuando realizaba un acto político.
Se trata del candidato presidencial perteneciente al movimiento Construye, de la lista 25. La confirmación de la muerte habría llegado de parte de allegados al político, quienes atestiguaron que yacía muerto en el suelo tras recibir los disparos. Enseguida fue trasladado a la Clínica de La Mujer, donde los médicos terminaron de confirmar su fallecimiento.
En las elecciones de 2021 fue elegido asambleísta nacional por la Alianza Honestidad. En la madrugada del 3 de septiembre de 2022, fue víctima de un atentado, cuando impactaron balas contra su casa. Su esposa fue la que escuchó las detonaciones y pidió ayuda a la Policía del distrito norte de Quito. En aquel momento, recibió la solidaridad de un pequeño grupo de asambleístas.
“El atentado contra mi familia es una respuesta bárbara, frente a mis revelaciones sobre los vínculos del crimen organizado y carteles narcos con el correísmo. Cuando la política se contamina con el narcotráfico la sociedad sucumbe ante el terror. El miedo no ganará esta batalla”, había denunciado en aquel entonces.
El atentado contra mi familia es una respuesta bárbara, frente a mis revelaciones sobre los vínculos del crimen organizado y carteles narcos con el correísmo. Cuando la política se contamina con el narcotráfico la sociedad sucumbe ante el terror. El miedo no ganará esta batalla. pic.twitter.com/xtoUDkVFsu
— Fernando Villavicencio (@VillaFernando_) September 3, 2022
Según comentaron los asistentes al mitin que sucedió este miércoles, el ataque sucedió alrededor de las 18.20 hora local. Allí, en el mencionado teatro, hubo una ráfaga de disparos que que impactaron contra Villavicencio que de inmediato cayó al suelo malherido.
En algunos de los videos que circularon rápidamente en las redes sociales no se logra ver el momento claro de los disparos , pero los instantes posteriores, con la gente agachada y arrodillada en el suelo, con la intención de evitar las balas de los sicarios.
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