Por: Dave Benyah
Periodista internacional
Los que han sido privados de libertad y encarcelados en los centros penitenciarios de Nueva York, narran historias de un terror que ningún ser humano desearía experimentar, ya que la extremasoledad, sin casi acceso a los rayos solares y expuestos a un entorno con los peores y afilados criminales provenientes de las ciudades con mayores rangos de criminalidad de los Estados unidos de América, es un panorama inhumano y surreal por el que atraviesa el Ex presidente de facto de Honduras, Juan Orlando Hernández, alias JOH, quien desde el año 2022, está retenido en las catacumbas imperiales.
Los delitos que se le imputan al acusado,“JOH” por el departamento de Estado de los Estados Unidos son: conspiración para importar cocaína al país norteamericano, además de conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, sin embargo, en su país natal, Honduras, Juan Orlando ha sido señalado por organismo de derechos humanos como el peor tirano nunca existido en la historia centroamericana, debido a que convirtió al Estado hondureño, en un narco- Estado, que violó todo derecho humano a quien se le oponía en su carrera dictatorial de ocho años, e incluso, llegando hasta asesinar públicamente a sus opositores, mediante su Policía Militar.
La fuerte red de corrupción que logró entramar JOH junto a sus más cercanos colaboradores fue tan perfecta, que ante toda ley hondureña que él mismo manipuló, y ante la opinión pública nacional e internacional alcanzó pasar desapercibida en sus años de mandato ilegal, por lo que consiguió obtener el apoyo de organismos de crédito internacional, quienes aprobaron fuertes sumas de dinero en calidad de préstamo, sin saber hasta la fecha, en donde se invirtieron esos créditos internacionales, que se heredaron en una deuda externa de más de 9 mil 300 millones de dólares.
Deuda que, según informes proporcionados por la secretaría de finanzas, se paga a cabalidad por el presente gobierno de la presidente Xiomara Castro, aunque haciendo el análisis imparcial de este hecho, no es justo que la nueva administración gubernamental tome la responsabilidad de esta deuda, sin embargo es la única forma de que la economía del país vuelva a situarse en un estatus resiliente, tal y como lo mencionó recientemente el Fondo Monetario Internacional, que debido a las medidas financieras del nuevo gabinete de gobierno, se logró aprobar un préstamo de más de 800 millones de dólares.
No obstante volviendo a la telaraña de la mafia del crimen organizado que lideró “JOH”, hasta convertir a Honduras en una narco-dictadura, uno de los que fue, sus principales asesores, Marvin Ponce, manifestó recientemente en un medio televisivo hondureño que Juan Orlando Hernández estaba dedicado a las alianzas público privadas, cuyos negocios en conjunto dejaban millonarias cantidades de dinero, y también aseguró que el seis por ciento de las ventas emanadas de Puerto Cortés, le pertenece a “JOH”.
Ponce es un reconocido político hondureño ex militante de la izquierda de ese país, pero después pasó a formar parte de las filas del partido conservador, llamado Nacional. En la entrevista, el ex asesor presidencial de “JOH” aseguró que el millonario negocio de las carreteras que conectan al interior de la nación, en donde cobran considerables impuestos por ingresar y salir de una ciudad, es un negocio que le pertenece a Juan Orlando Hernández junto al expresidente nacionalista Porfirio Lobo Sosa, cuyo hijo esta cumpliendo condena en Nueva York por un delito de narcotráfico y su esposa está con arresto domiciliario por desvío de fondos del Estado a instituciones privadas, el escandaloso caso es conocido como: “la caja chica de la dama”.
Sumado a esto Marvin Ponce describió que Energía de Honduras que funcionó como una compañía de servicio eléctrico para los hondureños, también le pertenecía a “JOH”, entre otros negocios que mencionó, fue la concesión del Centro Cívico gubernamental, así como tres hidroeléctricas que tenía como socio a la familia Larach, quienes son una reconocida estirpe de origen árabe y que conforman la oligarquía hondureña.
Todo esto sucede en Honduras, mientras en Nueva York, Juan Orlando Hernández duerme en las frías catacumbas del imperio, cuyas bajas temperaturas hacen delirar de locura a “JOH” causando en su perturbada mente, alucinaciones que refleja cuando está frente al juez, difamando y acusando contra terceros y olvidando que es él, que está, en el banquillo de los acusados, junto a su descabellado abogado quien terminó discutiendo con una periodista hondureña, debido a que los nervios que sacudían su boca al balbucear, diciendo; “que no le importaba y que no le importaba” como una respuesta incoherente y desquiciada, al darse cuenta que infelizmente acabó siendo un abogado de un narcotraficante, que es repudiado por la mayoría de sus compatriotas en Honduras, y que están atentos a escuchar: ¡CULPABLE! Para quien fue su verdugo, en los 8 años que gobernó, con su mafia del partido nacional.