A través de redes sociales se viralizó la historia de Maryorit Córdova una tiktoker peruana que se hizo popular por su video ‘Lo veo y lo quiero’, ya que demandó al Ministerio de Energía y Minas (MINEM) por utilizar su imagen. La tiktoker explicó que se encontraba molesta porque el Ministerio promociona los precios de la gasolina con su meme, por lo que se desató toda una controversia que parece ya estar resuelta.
La joven tiktoker subió a sus redes sociales un video explicando los rumores sobre que había demandado al Ministerio de Energía y Minas de Perú. En el clip confirmó que había buscado reclamar el uso de su imagen, sin embargo, no buscaba reclamar los derechos de autor de la canción debido a que no le pertenece a ella.
«Fui a reclamar por el uso de mi imagen porque es mi derecho, como tú que me estás viendo, yo también derecho como persona», menciona la joven.
Maryorit también mencionó que su molestia radicaba en que no se sentía identificada con la publicidad hecha por el Ministerio. «Yo me sentí mal al ver esa situación, ‘¿tú qué harías en mi situación?’, de repente te levantas una mañana y ves una publicación dónde dices, ¿qué está pasando?, yo no me sentí identificada».
Además, dijo que el ente gubernamental nunca se acercó a pedirle permiso e indicó que la entidad solo borraba los comentarios donde la etiquetaban al respecto.
¿Le bloquearon su cuenta de TikTok?
Aunque en un principio parecía que el problema se había resuelto, la reconocida influencer fue sorprendida al encontrar que sus cuentas de la conocida plataforma de videos había sido bloqueado, dejándola sin los millones de seguidores con los que contaba ambas redes sociales.
Tras la controversia con el Minem y que la misma influencer indicara que había llegado a un acuerdo con el organismo estatal, muchos seguidores de la influencer manifestaron su descontento con la decisión, iniciando una campaña con el lema “0 seguidores para Soy Maryorit”.
Además, la plataforma de TikTok decidió suspender temporalmente la cuenta de Córdova citando múltiples infracciones a las normas de la comunidad, lo que refleja el grado de rechazo que surge de la comunidad virtual ante situaciones controvertidas implicando figuras públicas y el uso de su imagen.
Pero, como para no darse por vencida, la joven influencer creó una nueva cuenta oficial en la que hizo de conocimiento de lo sucedido y de inmediato se puso a subir videos, en un intento de obtener los seguidores que ya tenía. Hasta el cierre de esta nota ya sumaba poco más de 37 mil followers.