Policía hondureña intensifica operaciones para frenar bandas criminales


El gobierno de Honduras lleva un mes implementando un plan para frenar las acciones de bandas criminales en las calles, con la intención de recluir a más de 20,000 presos en una nueva megaprisión.

Después de un mes de aplicar una política de “mano dura” contra la delincuencia relacionada con drogas y pandillas, la policía hondureña reporta la incautación de cientos de armas y la detención de presuntos miembros de estas organizaciones criminales.

En el marco de esta estrategia, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha recurrido a poderes de emergencia para desplegar fuerzas de seguridad en barrios gravemente afectados por la criminalidad. Además, está en marcha un plan para construir una prisión con capacidad para 20,000 personas en una zona remota entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, con el objetivo de ampliar la capacidad penitenciaria del país.

Esta estrategia representa una versión más moderada de las tácticas aplicadas por su vecino, El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele ha suspendido derechos constitucionales, implementado juicios masivos, y encarcelado a cerca del 2% de la población adulta, incluidos miles de menores.

Sin embargo, en Honduras persiste un escepticismo generalizado sobre la capacidad del gobierno para replicar los resultados de El Salvador, donde los índices de criminalidad han caído drásticamente, transformando la vida cotidiana.

“Lastimosamente, estas medidas se han extendido con la intención de obtener resultados”, comentó el abogado y analista de seguridad Saúl Bueso. “Pero, ¿qué resultados realmente esperaba la policía y qué espera la ciudadanía?”, añadió. “Aunque afirman que han disminuido las masacres y los asaltos, la realidad es que seguimos viendo masacres y asesinatos en el país”, subrayó.

Los residentes, que han visto fracasar tácticas similares de gobiernos anteriores, siguen siendo escépticos. “Mano dura, ¿verdad? Porque no lo creo”, expresó Norma Ochoa, residente de Tegucigalpa, donde las patrullas recorren rutinariamente las calles.

“En lo que respecta a asesinatos, delincuencia y decadencia, estamos sufriendo mucho. Hoy, solo Dios nos sostiene”, concluyó.


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