El masivo flujo migratorio hacia EE.UU. plantea la necesidad de coordinar soluciones entre los países de origen, tránsito y destino, con el objetivo de salvar vidas y fortalecer los canales regulares de migración, afirmó a EFE la jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Honduras, Mariana Rendón.
“Cuando hablamos de migración, lo hacemos en un contexto regional y global; es fundamental encontrar soluciones. Una de nuestras prioridades es salvar vidas, asegurándonos de que las personas en tránsito en los países reciban asistencia adecuada y explorando vías migratorias regulares”, subrayó Rendón en una entrevista en Tegucigalpa.
Rendón destacó que “salvar vidas” es un eje central de la estrategia de la OIM, que busca brindar asistencia a los migrantes en tránsito, al tiempo que promueve la creación de vías regulares de migración para que las personas no se vean obligadas a arriesgar sus vidas.
Asimismo, enfatizó la importancia de impulsar el desarrollo económico en los países de origen, lo que permitiría a las personas encontrar oportunidades y evitar la migración forzada.
Los Estados deben trabajar en conjunto para abordar las causas que obligan a las personas a abandonar sus hogares, como el desempleo, la violencia y la inseguridad. “Cada país debe contribuir desde su propia perspectiva”, señaló Rendón, quien posee la doble nacionalidad belga y mexicana.
Ante el aumento de la migración, es esencial que los países de origen, tránsito y destino colaboren para promover una migración ordenada, regular y segura, sostuvo Rendón, quien recientemente se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de jefa de misión de la OIM en Honduras.
Situación compleja en Honduras
Rendón describió la situación migratoria en Honduras como “bastante compleja”. El país no solo expulsa a su población, sino que también se ha convertido en un punto de tránsito obligado para miles de migrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos que intentan llegar a EE.UU.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), alrededor de 292,017 migrantes han ingresado irregularmente a Honduras en lo que va del año, siendo el 48.3% (141,035) de ellos venezolanos.
Rendón reconoció que el elevado número de migrantes ha sobrepasado la capacidad institucional de Honduras, donde más del 60% de sus 9.8 millones de habitantes vive en condiciones de pobreza. Sin embargo, enfatizó que “Honduras no está sola”, ya que el mandato de la OIM es “apoyar, brindar asistencia técnica y ayudar a quienes lo necesitan”.
“Es crucial trabajar en conjunto, cada uno desde su área de especialización. La OIM tampoco puede hacerlo todo, pero cada organización aporta su experiencia”, destacó. Además, mencionó que la OIM ha colaborado en la elaboración de una “Política Migratoria Humanista” en Honduras, que aún está pendiente de aprobación.
De acuerdo con la OIM, esta política busca abordar de manera integral las dinámicas migratorias en el país: origen, tránsito, destino y retorno, y busca ofrecer una respuesta coordinada a nivel institucional, con el apoyo de la cooperación internacional, la sociedad civil y las comunidades.
Muchos de los migrantes que transitan por Honduras son acogidos en cuatro Centros de Atención al Migrante Irregular (CAMI), habilitados por el Gobierno, donde se les toman datos biométricos y se les ofrecen servicios médicos y alimentación.