Consumado el adiós de Ousmane Dembélé del FC Barcelona, el club azulgrana está obligado ya a mirar al frente, a un futuro sin el extremo de Évreux. En un abrir y cerrar de ojos Xavi Hernández se ha visto despojado de su futbolista más desequilibrante arriba. Un sismo deportivo que tiene un trasfondo. Y, como en todo, cada bando tiene sus argumentos y sus puntos de vista.
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Según informa a SPORT el entorno de Ousmane, en la balanza del jugador galo han pesado un seguido de cosas a la hora de tomar la decisión final de aceptar la oferta del PSG. Obviamente, nada que ver con Xavi, al que está muy agradecido por el trato y todo lo que lo ha ayudado a crecer.
UN MALESTAR QUE EMPIEZA POR LAS PRESIONES DE 2022
Nos comentan que el malestar o las ‘grietas’ empiezan a producirse cuando el club decide apartarlo en enero de 2022 como medida de presión para que renueve.
Dembélé saluda a Xavi antes de ser sustituido
| EFE
Se empezó a producir una desconfianza. Al final, con el contrato ya vencido y con Ousmane siendo protagonista en la segunda mitad de curso, el jugador firmó un contrato que, a la postre, ha terminado siendo una especie de ‘trampa’.
LA FIGURA DE DECO
Desde el bando del jugador tampoco vieron con buenos ojos el aterrizaje de Deco, agente de Raphinha. El hecho de que no se hubiera presentado todavía ante la plantilla y de que en la reunión por la renovación de su contrato se ausentara a pesar de estar citado inicialmente (se marchó a Turquía a negociar por Arda Güler).
OFRECIDO AL PSG EN EL TRUEQUE POR MBAPPÉ
Todo eso se termina de concretar cuando llega a oídos de Ousmane (y de otros jugadores del vestuario) que su nombre ha sido incluído por un intermediario como moneda de cambio en una hipotética operación para que Mbappé termine en Barcelona. Algo que llega por varias vías y a varios futbolistas del vestuario (incluído Gavi). La gota que colma el vaso y que acaba por decantar la decisión del internacional francés.
Según cuentan, son falsas las informaciones que dicen que cobrará el triple en París de lo que iba a percibir en Barcelona. De hecho, aseguran que la cifra no anda lejos.
EXPUESTO Y EN UNA POSICIÓN DELICADA DENTRO DEL CLUB
Además, Ousmane siente una desconfianza y una exposición por varias figuras dentro del club (no así ante la prensa o la afición). Cree que si la renovación se dilataba un poco corría el riesgo de ser apartado por no aceptar las condiciones que imponía el Barça en la negociación.
Ante todo, el jugador (bajo ninguna presión de su agente) toma la decisión definitiva de aceptar la oferta de París. Un contrato sólido por cinco temporadas.